miércoles, 31 de julio de 2013

La victoria de Shinzo Abe y la economía japonesa


                                                                                           Carlos Aquino Rodríguez*
Después de varios años de no tener mayoría en la Cámara Alta, lo que le impedía pasar alguna legislación en esta Cámara controlada por la oposición, el partido gobernante del Primer Ministro japonés Shinzo Abe obtuvo con su aliado una mayoría en las elecciones del domingo 21 de julio último para la renovación parcial de esta Cámara.
Se espera que con esta victoria sea más fácil para el Primer Ministro japonés gobernar pues a pesar de tener mayoría en la Cámara Baja, al no tenerla en la Cámara Alta, la oposición le impedía pasar legislación necesaria para poder sacar a la economía japonesa de casi dos décadas de bajo crecimiento y deflación.
En este articulo se verá cual es el nuevo panorama político en Japón, luego el impacto en la economía japonesa de la victoria de Abe, después las reformas pendientes para que la economía japonesa vuelva a crecer, y por último se tendrá unas conclusiones.
I.                   El nuevo panorama político de Japón.-
El partido gobernante Jiminto, con su aliado Komeito, tiene ahora 135 asientos en la Cámara Alta, de un total de 242. Al tener ya control de la Cámara Baja con una mayoría de 2/3 junto a su aliado Komeito, el Primer Ministro puede pasar la legislación necesaria en las dos Cámaras para poder revivir la economía japonesa que trata de salir de dos décadas de anémico crecimiento económico.
Es remarcable la victoria del partido de Abe, considerando que en solo 7 meses (desde Diciembre del 2012) ha conducido a su partido a dos victorias, la de Diciembre del 2012 para la Cámara Baja, y la de ahora en julio para la Cámara Alta.
La victoria del partido de Abe en diciembre del año pasado, y que le permitió elegirse como Primer Ministro, fue consecuencia del desencanto con el anterior partido gobernante Minshuto. Pero la victoria de julio último en la Cámara Alta se debe a la política económica de Abe, llamada “Abenomics”, que desde su llegada al poder ha hecho que el valor de las acciones en la Bolsa de Valores de Tokio suban en promedio 40%, beneficiando a una parte de la población, y a que su moneda el yen se haya depreciado más de 30% frente al dólar en ese periodo desde su alto nivel, lo que ha dado alivio al sector exportador japonés. Esto ha permitido que la economía haya crecido en los primeros meses de Abe en el poder a un ritmo anual de casi 4%.
Se espera que la victoria de Abe de estabilidad al sistema político japonés que ha tenido en los ultimos años cambios frecuentes de Primer Ministro en un corto tiempo. De hecho la primera victoria de Abe en diciembre del 2012 significo el regreso de su partido al gobierno, después que en setiembre del 2007 perdió ante el partido Minshuto. En los ultimos 7 años (desde setiembre del 2006 cuando Abe fue justamente elegido por primera vez Primer Ministro) él es el séptimo Primer Ministro que ha tenido Japón, y se espera que su partido le renueve la confianza en setiembre próximo y sea Primer Ministro por dos años más[1].
II.                 El impacto de la victoria de Abe en la economía japonesa.-
El crecimiento del valor de las acciones y la depreciación de la moneda japonesa estos ultimos 7 meses fue producto de la política de aumento del gasto de gobierno y de alivio monetario que ha ocasionado que haya abundante dinero en la economía. Pero para que lo anterior se traduzca en un crecimiento sostenido falta lo que el propio gobierno ha dicho, la “tercera flecha” (la primera es el aumento en el gasto de gobierno, la segunda el enorme alivio monetario) que sería la estrategia de crecimiento económico para que las empresas se animen a invertir, producir más, crear más empleo y aumentar los salarios.
Esta tercera flecha implica varias medidas, que podría y debería tomar Abe ahora que su partido controla las dos Cámaras legislativas pero que no son tan fáciles pues implica vencer la oposición de ciertos grupos, incluso dentro de su partido. Por ejemplo, la mayor apertura de la economía a la competencia extranjera, con la participación de Japón en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico TPP (donde hay sectores como el agro, ganadería, que se oponen), la desregulación de sectores como seguros, de la distribución de energía eléctrica, la aprobación del aumento de impuesto al consumo del 5% al 8% para abril del próximo año (para financiar la enorme deuda pública japonesa y los mayores gastos de pensiones y de salud de su población de cada vez mayor edad, donde el 26% de la población ya es mayor de 65 años), etc.
Japón está en un periodo de bajo crecimiento y deflación del que quiere salir. ¿Qué sucedió para que haya llegado a esta situación?
La economía japonesa creció rápidamente después de la Segunda Guerra Mundial recuperándose del desastre que sufrió en esta. En las décadas de 1950 y 1960 creció a tasas cercanas al 10% promedio anual. Pero en la década de 1970 está bajo a casi a la mitad. La razón fue que en la década del 70 Japón experimentó el incremento de los costos en su economía, desde la mano de obra, el precio de la tierra, los dos shocks del petróleo y su moneda se empezó a revaluar. Esto último es importante pues Japón es una economía dependiente de las exportaciones[2]. Japón tenía su moneda fija al valor de 360 yenes por dólar de 1949 a 1971. Esto termino el último año.
 Pero en 1980 Japón sufrió un golpe devastador con la gran y rápida apreciación de su moneda que experimento desde 1985 en adelante. Desde setiembre de ese año su moneda se aprecia, pasando de un valor de 250 yenes por dólar a un valor promedio de 120 yenes por dólar en 1988 y de 90 yenes por dólar en 1994. El gobierno japonés al empezar a apreciarse su moneda y ante la pérdida de competitividad de su economía reduce la tasa de interés desde 1985, pero esto solo ocasiona una burbuja económica, con la subida en el precio de las acciones y el valor del terreno. La burbuja revienta en 1989 y los bancos se quedan llenos de deudas incobrables.
El gobierno para reactivar su economía empieza a aumentar su gasto fiscal, pero la economía no se recupera, y entra más bien en la segunda mitad de la década de 1990 a un periodo de  deflación que lo ha acompañado por la mayor parte del tiempo hasta ahora[3].
Ante el alza del yen las empresas luchan por bajar sus costos, reducen sus precios. También los productos de afuera vienen más baratos por la apreciación de la moneda.  Los japoneses empiezan a experimentar desempleo por la baja en la actividad económica, restringen su consumo y buscan precios baratos. Las empresas bajan mas sus costos para reducir precios, caen las ventas, despiden gente, y estos buscan precios más baratos. Un círculo vicioso comienza.
 El gobierno de Japón ha usado su política monetaria reduciendo la tasa de interés a casi cero pero las empresas no invierten más. El gobierno aumento su gasto pero la economía no se reactiva. Incluso dos veces el gobierno, en 1999 y en el 2009, dio vales de consumo de más de 200 dólares a los japoneses pero muchos no gastaron todo y lo ahorraron (prefieren ahorrar ante la incertidumbre del desempleo o pesimismo sobre el comportamiento de la economía).
Habría que comentar además que ante el rompimiento de la burbuja de fines de la década de 1980 y con los bancos llenos de préstamos incobrables el gobierno japonés no obligo a estos a resolver pronto este problema. Esto se “escondió” durante casi toda la década de 1990, Japón perdió un tiempo vital en sanear su economía, y recién a fines de esta década los bancos empiezan a resolver el problema lo que implico la restructuración de estos, quiebra de algunos y desempleo (algo que al parecer se quiso evitar desde el comienzo).         
III.              Las reformas pendientes en Japón.-
Entonces frente a este panorama de bajo crecimiento y deflación, el gobierno de Abe  ha lanzado su estrategia de las 3 flechas. Las dos primeras, de mayor gasto fiscal, pero centralizado y eficiente, y el de un mayor alivio monetario (doblar la base monetaria en dos años para alcanzar al final del periodo una meta de inflación de 2% anual), son relativamente fáciles de llevar a cabo (aunque algunos dudan de que realmente se alcance la meta de inflación de 2%). El problema es la estrategia de crecimiento con las reformas pendientes. Veamos estas.
El gobierno tiene que aumentar sus ingresos para pagar su enorme deuda pública, que actualmente es el 230% de su PBI (en 1990 era menos del 60% de su PBI). Tiene que aumentar los impuestos. El gobierno anterior acordó un cronograma de aumento del impuesto al consumo, de 5 a 8% en abril del 2014 y de 8% a 10% en octubre del 2015. Pero el temor es que en un ambiente de crecimiento económico aun anémico el alza en el impuesto haga que la gente consuma menos, las ventas caigan, las empresas tengan menos ingresos y la producción caiga, matando así el incipiente crecimiento económico observado hasta hoy.
Últimamente el Primer Ministro Abe ha dicho que primero quiere ver las cifras del crecimiento del PBI de abril a junio[4] para decidir o no el alza del impuesto al consumo. Por lo pronto hay algunas cifras positivas como el que muchas empresas han anunciado beneficios en promedio mayor al 40% en el trimestre abril a junio de este año comparado con el mismo periodo del año anterior, que el desempleo esta reduciéndose (el desempleo en Japón a junio de este año se ubico en 3.9%, el más bajo desde el 2008. En el 2010 ese porcentaje estaba en 5.1%[5]). Abe también esperaría a que el Banco Central de  Japón (el Banco de Tokio) de su opinión sobre cómo se comporta la economía últimamente para tomar una decisión final[6].
El problema es que si como parece la economía japonesa está en un proceso de crecimiento aun anémico, como se dijo, el alza del impuesto frenaría este crecimiento. El otro tema y que haría que el crecimiento de la economía sea sostenible, es que los salarios deben aumentar para que el consumo aumente (el consumo es el 60% del PBI japonés). Esto aun no se realiza, y más bien, con el aumento en algunos precios que ya se ve, algunos opinan que la gente podría consumir menos. Falta que el efecto de “chorreo” se vea en la economía (aunque para los empresarios el crecimiento aun es anémico así que no puede ver aun “chorreo”).
La enorme deuda pública, la mayor entre los países industrializados, no ha sido mayor problema en Japón hasta ahora pues la mayor parte de esta, mas del 90%, está en manos de japoneses, que se contentaron con comprar bonos del gobierno que aunque rindan poco son seguros. Pero conforme una mayor parte de la población japonesa entra en periodo de jubilación, empezaran a vender sus bonos demandando al gobierno los pagos de esta. Aquí empezaran los verdaderos problemas del gobierno.      
La desregulación de la economía es otro tema pendiente para que las empresas sean más competitivas. Aquí hay intereses creados en varios sectores para que esto no ocurra. La protección que aun tienen varios sectores a la competencia extranjera también es otro tema.
Otros temas son por ejemplo la mayor participación de la mujer en la economía, de las personas de mayor edad, etc. Japón experimenta desde hace varios años un decrecimiento de su población, la tasa de fertilidad es baja. Su fuerza laboral está disminuyendo, pero con la mayor participación de la mujer y de las personas mayores (Japón tiene la esperanza de vida más larga en el mundo) esto podría aliviarse. El tema es pues crear un ambiente donde las mujeres puedan trabajar y tener hijos a la vez.      
Abe fue ya Primer Ministro del 2006 al 2007 y renuncio pues condujo a su partido a una enorme derrota en las elecciones del 2007. Tiene ahora la oportunidad de reivindicarse. Pero aparte de las difíciles decisiones políticas que tiene que tomar en el campo económico, hay otras, como la de aprobar el reinicio de operaciones de algunas plantas nucleares (en medio de la fuerte oposición a esto por una parte importante de la población), y la de tratar de cambiar una Constitución pacifista (que es lo que al parecer quiere hacer él), ante lo que perciben como una amenaza de China. Esto último, el cambio de algunos artículos de la Constitución japonesa para permitir que el país pueda tomar acciones en caso de verse amenazado, puede crearle problemas con sus vecinos, no solo con China, sino con otros como Corea del Sur.
Recordemos también que hay casi 58 mil peruanos en Japón así que una recuperación de la economía japonesa es importante para ellos. La depreciación de la moneda japonesa, al fomentar las exportaciones, los ayuda a ellos, pues hasta ahora muchos de los peruanos trabajan en ese tipo de industrias.
IV.              Conclusiones.-
El gobierno de Abe enfrenta un dilema de cómo sacar adelante la economía japonesa. No hay excusas ya de un sistema político disfuncional con frecuentes cambios de gobierno y de una oposición que no deja gobernar (al menos por el momento). Pero tendrá que vencer la oposición dentro de su propio partido que se opone a ciertas reformas como desregular la economía o abrir esta a una mayor competencia extranjera. Asimismo tendrá que decidir el momento adecuado para empezar a resolver el problema de la abultada deuda pública y esto pasa necesariamente por aumentar los impuestos.
Los pronósticos de crecimiento en Japón apuntan aun a un bajo crecimiento. Entrada esta década, del 2011 al 2014 el crecimiento económico promediaría menos de un 1.2% anual, con valores de crecimiento anual de su PBI de -0.6% el 2011, 1.9% el 2012, 2.0% el 2013 y 1.2% el 2014 (Ver estos ultimos datos y el pronóstico del crecimiento de la economía japonesa en el documento del FMI de julio de este año)[7]. El temor es que Japón enfrente otra década perdida como algunos japoneses llaman al periodo de dos décadas, la de 1990 y la pasada, de bajo crecimiento. Y acompañado de deflación.
Por otro lado, con una tasa de crecimiento de su población cero o negativa, una tasa baja de crecimiento de su PBI parecería no ser tan mala, pero el problema del desempleo, del empleo inestable de muchos (se dice que un tercio de las personas que trabajan tiene solo empleos temporales y de bajos ingresos), es algo que debe resolver Japón y esto implica que la economía japonesa crezca más de lo que ha crecido hasta ahora en esta década, y más de lo que creció en la década de 1990, cuando creció a algo menos de 2% anual, y la década pasada, de un 1.5% anual. 


31 de julio del 2013


*Especialista en Política y Economía Asiática, Profesor de la UNMSM
    
    



[1] Sobre los cambios en el sistema político japonés y su influencia en su economía hasta el 2009 ver: “Cambio de gobierno en Japón y sus efectos en la Economía”, en “Calidad y Creatividad”, Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, URP, diciembre del 2009, Págs. 36 al 47.
[2] Para ver el desarrollo de la economía japonesa hasta el año 2000 ver mi libro: “Introducción a la Economía Asiática: El Desarrollo Económico del Asia Oriental y Lecciones para el Perú” Febrero del 2000, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 299 páginas, Lima. Disponible en Internet:  http://economia.unmsm.edu.pe/Servicios/Publicaciones/Libros/Libro2.htmPeru.http://economia.unmsm.edu.pe/Servicios/Publicaciones/Libros/Libro2.htm
[3]  Ver esto explicado en mi artículo: “¿Puede ser Japón otra Grecia?: El peso de la deuda pública y los problemas de la economía japonesa”, julio 2010, página web de la FCE, UNMSM http://www.slideshare.net/carlosalbertoaquinorodriguez/90710puede-ser-japn-otra-greciia-ell-peso-de-lla-deuda-pblliica-y-llos-probllemas-de-lla-economa-japonesa

[4]  The Wall  Street Journal Japan,BOJ Beat: BOJ May Hold Off on Economic-View Upgrade Until GDP Data”, 30 de Julio del 2013

[5] Noticias Nippon: “Somusho: Desempleo registro su nivel más bajo desde el 2008”, 30 de julio del 2013  http://noticiasnippon.jp/2013/07/30/somusho-desempleo-registro-su-nivel-mas-bajo-desde-el-2008/
[6] Y el Banco Central de Japón también al pareceré espera las cifras del crecimiento del PBI de abril a junio para dar su opinión. Ver nota 4.

lunes, 22 de julio de 2013

La victoria de Shinzo Abe en Japón


Después de varios años de no tener mayoría en la Cámara Alta, lo que le impedía pasar alguna legislación en esta Cámara controlada por la oposición, el partido gobernante del Primer Ministro japonés Shinzo Abe obtuvo con su aliado una mayoría en las elecciones del domingo 21 de julio para la renovación parcial de esta Cámara.
El partido gobernante Jiminto, con su aliado Komeito, tiene ahora 135 asientos en la Cámara Alta, de un total de 242. Al tener ya control de la Cámara Baja con una mayoría de 2/3 junto a su aliado Komeito, el Primer Ministro puede pasar la legislación necesaria en las dos Cámaras para poder revivir la economía japonesa que trata de salir de dos décadas de anémico crecimiento económico.
Es remarcable la victoria del partido de Abe, considerando que en solo 6 meses y pico de gobierno (desde Diciembre del 2013) ha conducido a su partido a dos victorias, en la de Diciembre del 2012 para la Cámara Baja, y al de ahora en julio para la Cámara Alta.
La victoria del partido de Abe en diciembre del año pasado, y que le permitió elegirse como Primer Ministro, fue consecuencia del desencanto con el anterior partido gobernante Minshuto. Pero la victoria presente en la Cámara Alta se debe a la política económica de Abe, llamada “Abenomics”, que desde su llegada al poder ha hecho que las acciones en la Bolsa de Valore de Tokio suban en promedio 40%, beneficiando a una parte de la población, y que el yen se haya depreciado más de 30% en ese periodo desde su alto nivel, lo que ha dado alivio al sector exportador japonés. Esto ha permitido que la economía haya crecido en este medio año de Abe en el poder a un ritmo anual de casi 4%.
El anterior crecimiento del valor de las acciones y depreciación de la moneda japonesa ha sido producto de la política de aumento del gasto de gobierno y de alivio monetario que ha hecho que haya abundante dinero en la economía. Pero para que lo anterior se traduzca en un crecimiento sostenido de la economía falta lo que el propio gobierno ha dicho, la “tercera flecha” (la primera es el aumento en el gasto de gobierno, la segunda el enorme alivio monetario) que sería la estrategia de crecimiento económico para que las empresas se animen a invertir, producir más, crear más empleo y aumentar los salarios.
Esta tercera flecha implica varias medidas, que podría y debería tomar Abe ahora que su partido controla las dos Cámaras legislativas pero que no son tan fáciles pues implica vencer la oposición de ciertos grupos, incluso dentro de su partido. Por ejemplo, la mayor apertura de la economía a la competencia extranjera, por ejemplo con la participación de Japón en las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico TPP, la desregulación de sectores como seguros, distribución de energía eléctrica, la aprobación del aumento de impuesto al consumo del 5% al 8% para el próximo año (para financiar la enorme deuda pública japonesa y los mayores gastos de pensiones y de salud de su población cada vez mayor edad), etc.

Abe fue ya Primer Ministro del 2006 al 2007 y renuncio pues condujo a su partido a una enorme derrota en las elecciones del 2007. Tiene ahora la oportunidad de reivindicarse. Pero aparte de las difíciles decisiones políticas que tiene que tomar en el campo económico, hay otras, como la de aprobar el reinicio de operaciones de algunas plantas nucleares (en medio de la fuerte oposición a esto por una parte importante de la población), y la de tratar de cambiar una Constitución pacifista, ante lo que perciben como una amenaza de China. Esto último, el cambio de algunos artículos de la Constitución japonesa para permitir que el país pueda tomar acciones en caso de verse amenazado, puede crearle problemas con sus vecinos, no solo con China, sino con otros como Corea del Sur.