Del 8 al 9 de enero se realizara
en Beijing, China, la Primera Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, con la
asistencia de 20 Ministros de Relaciones Exteriores de Latinoamérica y del
Presidente de Ecuador, Venezuela y Costa Rica. CELAC son las siglas de la Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños (33 países en total).
Este encuentro es impulsado por
China, que es ya el segundo socio comercial de Latinoamérica, y el principal de
varios países de la región como Chile, Perú, Brasil, Argentina. El comercio
entre China y Latinoamérica alcanzo más de 260 mil millones de dólares el 2013,
y el gigante oriental se ha convertido en uno de los mayores inversionistas en la
región, especialmente en el sector minero, y también es el principal
prestamista de algunos países como Venezuela y Ecuador.
1. ¿Qué se discutiría en esta
Primera Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores?
Hay asuntos comunes a China y los
países latinoamericanos. En primer lugar, China y América Latina son países en
desarrollo que enfrentan desafíos comunes, como el logro del crecimiento y
especialmente la eliminación de la pobreza, o por ejemplo en la forma de
escapar del problema de la trampa de los ingresos medios. Deben compartir
experiencias sobre la forma en que están tratando esos problemas; en segundo
lugar las dos partes desean para su desarrollo un entorno mundial estable y en
paz, evitando los conflictos, en lucha contra el terrorismo y el extremismo y en
la prevención de hegemonismo por cualquier potencia mundial; en tercer lugar, deben
trabajar en cómo resolver problemas comunes globales que les afectan, como la
contaminación ambiental, y también en este sentido compartir experiencias
comunes y trabajar en soluciones comunes (China por ejemplo enfrenta el problema
de la contaminación y esta enfrentándola usando tecnologías de energías renovables
como la solar, eólica, etc.).
2. ¿Cómo podría China equilibrar
los diferentes intereses y necesidades de los países de América Latina?
En América Latina existen
aproximadamente dos grupos de países representados, por ejemplo, por los países
de la Alianza del Pacífico como México, Colombia, Chile y Perú, que tienen
políticas económicas más abiertas al mundo y buscan fuertes vínculos con los
países de Asia y los países del Mercosur, como Brasil, Argentina Venezuela, que
son más proteccionistas de sus economías. Así que teniendo en cuenta las
diferencias entre los países de América Latina tal vez China podrían proponer
medidas que todos ellos, independientemente de sus diferentes puntos de vista, tienen
intereses en común. Lo que todos los países de América Latina quieren en común es:
Más acceso al mercado chino, más inversión de empresas chinas, la cooperación
económica y tecnológica, más becas para sus estudiantes, etc.
En forma específica los países
latinoamericanos esperan de China algunas cosas concretas. En primer lugar,
cómo tener una relación comercial más equilibrada, donde los países latinoamericanos
exporten no sólo (o sobre todo) bienes primarios a China sino también bienes
más elaborados o manufacturas (aunque para esto se necesita que China abra más
su mercado, bastante proteccionista, y que los países latinoamericanos implementen
políticas para tener industrias más competitivas); en segundo lugar, atraer la
inversión china no sólo en las industrias de recursos naturales, sino también
en el sector manufacturero, y en la infraestructura física, como para el
ferrocarril del Atlántico al Pacífico; en tercer lugar, China podría compartir
o desarrollar conjuntamente con Latinoamérica tecnologías para combatir la
contaminación del medio ambiente, como la eólica, la energía solar, o en la
exploración del espacio, o en la tecnología de satélites, etc.; en cuarto
lugar, para poder realizar de manera más fácil y rápida negocios entre ambos
lados se requiere tener más líneas aéreas y conexiones directas, trabajando en
la simplificación de los requisitos de visado, etc., también atrayendo así más
turistas en ambos lados.
Es fundamental encontrar
mecanismos de entendimiento mutuo entre las personas de ambos lados, poder
desarrollar, fomentar estudios conjuntos sobre la otra parte, el aprendizaje de
idiomas, el intercambio de personas, etc.
Ahora bien, dentro de Latinoamérica,
países como Venezuela, Ecuador, y Argentina, que tienen problemas con el sistema
financiero internacional, por sus políticas económicas en conflicto con este,
dependen fuertemente de China para su financiamiento. El caso más saltante es
de Venezuela, al cual China ha prestado ya 50 mil millones de dólares. Con la caída
del precio del petróleo, prácticamente la única fuente de ingreso de divisas de
Venezuela, este país está en serios problemas. La visita del Presidente Maduro a
China en ocasión de la reunión CELAC-China tiene que ver con el pedido de mayor
financiamiento que seguramente le pedirá al gigante oriental.
3. ¿Cómo hacer este foro más
eficaz y que funcione bien en el futuro?
En términos generales, como el
primer encuentro de alto nivel entre China y América Latina, lo primero es
hacer de este foro uno permanente y de esta manera los países latinoamericanos
podrían transmitir sus inquietudes al gobierno chino y China haga llegar los suyos
a sus pares latinoamericanos.
Una forma de hacer más eficaz es
convocar antes de cada foro una reunión de expertos de la parte académica y de
negocios para reunir información, propuestas, en los temas a tratar en las
reuniones. Otro podría ser hacer de este un foro público, transmitir sus
resultados y promover el debate y obtener la opinión del público.
La idea es hacer de este el
comienzo de una serie de reuniones donde se podría crear una relación de
confianza mutua y de amistad duradera. China y Latinoamérica y el Caribe están destinados
a tener una relación económica más estrecha y este tipo de reuniones servirá para
poder encontrar mecanismos para que sea una relación de mutua ganancia para ambas
partes.
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