Japón, los desafíos en sus relaciones internacionales y el foro APEC.
Japón enfrenta varios desafíos en sus relaciones internacionales, que requiere que tome decisiones, con un gobierno al que se le acusa de no tener una política exterior clara y que esta envuelto en sus propios problemas internos.
Primero, Japón se encuentra entre dos fuegos en Asia, respecto a su política con sus vecinos China y Rusia. Con el primero, que se ha convertido en su mayor socio comercial (el mayor destino para sus exportaciones), uno de los mayores destinos para su inversión, y fuente creciente de turistas, tiene problemas a raíz de los desencuentros producidos por la captura de un barco pesquero chino el 7 de setiembre pasado por patrulleras japonesas al transgredir aguas territoriales que los japoneses consideran de su soberanía en la islas Senkaku, ubicadas al sur de Okinawa (antes de Taiwán). China protesto en forma enérgica pues considera que esas islas con suyas y obligo a Japón a liberar al barco y sus tripulantes.
Desde ese momento las relaciones al más alto nivel entre los dos países se enfriaron, habiéndose suspendido una reunión planeada entre el Primer Ministro chino y el japonés en un encuentro al que ambos asistieron a fines de octubre en Vietnam. En la reunión cumbre del foro APEC del 13 y 14 de noviembre en Yokohama, Japón, se reunió brevemente el Primer Ministro Naoto Kan con el Presidente chino Hu Jintao en busca de limar sus asperezas.
El tema es que Japón ha mostrado una actitud dubitativa frente a China. Especialmente la oposición acusa al gobierno del Primer Ministro de tener una actitud hasta sumisa frente a ese país, que este año desplazo a Japón como la segunda economía más grande del mundo. China, una economía que crece más que cualquier otra en el mundo y destinada a convertirse en la mayor, se siente segura de su posición mientras que Japón parece que no. Ese tema territorial es importante pues las aguas alrededor de esas islas contienen recursos pesqueros pero también depósitos de gas y petróleo, de ahí el interés de China por reclamar la soberanía de esas islas.
En cuanto a Rusia. Naoto Kan, y el presidente ruso, Dmitry Medvedev, se reunieron también durante la cita cumbre del foro APEC con el propósito de mejorar sus relaciones bilaterales, tras el conflicto originado por la visita de Medvedev a unas islas, las Kuriles (llamadas Territorios del Norte por los japoneses), que provocaron el rechazo de Japón. Rusia (en ese momento la Unión Soviética) invadió esas islas en poder de Japón tras la derrota de este en la Segunda Guerra Mundial.
Rusia es una importante fuente potencial de recursos naturales para Japón, desde petróleo, gas, hasta productos forestales, y su mercado esta en crecimiento.
El segundo gran tema de las relaciones internacionales de Japón es el que tiene que ver con el futuro económico del país. Japón se debate entre abrir su mercado o no al extranjero. Este año 2010 fue la sede de las reuniones del foro de Cooperación Económico Asia Pacifico, APEC por sus siglas en ingles, que involucra a 21 economías de la Cuenca del Pacifico, 16 en el lado asiático y 5 en el lado americano)[1]. Entre las 21 contribuyen con 53% de la economía y el 43% comercio mundial y el 40% de la población del mundo.
El caso es que en el APEC se discuten mecanismos para poder tener un comercio mas libre entre sus miembros para alcanzar la meta que el mismo foro se planteo de constituir al año 2020 un área de libre comercio e inversiones. Como una vía para alcanzar ese objetivo esta el llamado Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, conocida por sus siglas en ingles como TPP, que agrupa a Brunei, Nueva Zelanda, Chile, Singapur, y que negocia la incorporación de EE.UU., Malasia, Australia, Perú y Vietnam al grupo.
Japón se debate entre unirse o no al TPP, que busca un comercio libre sin excepciones. El gobierno de Naoto Kan ha dicho que conversara con los miembros del TPP la posibilidad de unirse a el, pero también ha dicho que recién en junio del próximo año decidirá si se une a el o no. El problema es que de unirse Japón a este grupo tendrá que dejar de lado las restricciones al comercio en el sector agrícola, forestal y ganadero, que tiene. Estos sectores se oponen fuertemente a esto, especialmente los agricultores, pues estos no son competitivos a nivel internacional.
Japón esta atrasado respecto a otros países en el movimiento hacia acuerdos de integración económica. Y Japón depende grandemente del comercio exterior. Aquí también el gobierno no da claras muestras de decisión, existiendo grupos de presión de los sectores afectados.
Japón tendrá que tomar decisiones de política exterior importantes. Debe afirmar su soberanía frente a China y Rusia sin dañar relaciones con esos países tan importantes, fortalecer sus relaciones con EE.UU. para balancear el creciente poder de China (ya que Japón no puede defenderse por si solo), y debe decidirse por abrir su economía, para que sus industrias aprovechen con menos barreras de los mercados mundiales.
[1] Los 21 miembros son: EE.UU., Canadá, México, Perú y Chile y en el lado asiático Rusia, China, Japón, Corea del Sur, Taipei Chino (Taiwán), Hong Kong, Singapur, Vietnam, Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas, Brunei, Papa Nueva Guinea, Nueva Zelanda y Australia.
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