viernes, 28 de enero de 2011

El mundo árabe en un momento crucial


El mundo árabe en un momento crucial
                                                                                                           Carlos Aquino*

La caída del autócrata de Tunisia, las manifestaciones en Argelia y otros países árabes pidiendo cambio de gobierno y la salida de dictadores en el poder por muchos años, y las recientes manifestaciones en Egipto pidiendo la salida de Hosni Mubarak en el poder por 30 años, apuntan a un nuevo panorama en los países árabes, donde prácticamente todos están bajo la férula de dictaduras, bajo la anuencia, hasta ahora, de las potencias occidentales.

El problema es que la alternativa a una dictadura en varios de ellos es que se caiga en teocracias de musulmanes fundamentalistas, como la que hay en Irán. Se pasaría de dictaduras prooccidentales a teocracias antioccidentales, y con el resultado de que las demandas de los manifestantes de tener países más democráticos, de respeto al derecho de expresión, de desarrollo económico, y sobre todo en varios de ellos, de respeto a los derechos de las mujeres, no avanzaría sino retrodeceria, como se ve claramente en el caso de Irán.

Esas dictaduras han podido durar en el tiempo por el apoyo de EE.UU. y las potencias europeas como Francia e Inglaterra, pues estos obtenían materias primas en forma estable y a cambio cerraban los ojos a la opresión que esas dictaduras ejercían en sus pueblos. Era un acto de cinismo que mientras EE.UU., y Francia por ejemplo demandaban democracia, respecto a los derechos humanos a otros países, como a los de Latinoamérica, cerraban los ojos a la violación de derechos fundamentales en los países árabes. Por ejemplo, en Arabia Saudita para algo tan trivial como manejar un auto las mujeres ¡tienen que tener el permiso de sus maridos o un hombre adulto para tener licencia de conducir! (y donde hasta recientemente a las mujeres les estaba prohibido conducir)     

Una justificación para que las dictaduras se mantengan en el poder en el mundo árabe era que ponían a raya a los fundamentalistas musulmanes, como a la “Hermandad Musulmana” en Egipto. El problema es que mientras más se demoran en irse las dictaduras mas se fortalecen los fundamentalistas musulmanes.

Lo que pasa en Egipto y como termina tendrá un impacto fundamental en el mundo árabe. Egipto es el país árabe más poblado, con una fuerza armada de las más poderosas, y es una pieza clave de la situación más o menos estable respecto al tema de Israel y su relación con el mundo árabe. Por eso ha sorprendido que el Presidente Obama haya declarado y pedido a Mubarak que no reprima a los manifestantes y que haga lo necesario para canalizar sus demandas.

La clave en Egipto lo tienen las fuerzas armadas. Mubarak mismo es un militar y se supone controla las fuerzas armadas, pero estos deberán sopesar el continuo apoyo a este o el riesgo de un desborde popular. Podrían reprimir al pueblo pero este le generara una condena internacional de sus mismos aliados occidentales y a la larga fortalecerá más a los extremistas musulmanes.

Por ultimo, y algo que es signo de los nuevos tiempos, es que la fuerza motor de las protestas recientes han sido los jóvenes, que son los que manejan bien algo fundamental, y que ha escapado del control del gobierno, y que es el uso de las redes sociales disponibles en la Internet. Los gobiernos controlan las tradicionales fuentes y difusoras de información como es la TV tradicional, los periódicos y radios, pero la Internet les ha sido difícil de controlar. Pero si las redes sociales y la movilización de lo mas jóvenes pueden generar una revolución, el establecimiento de un nuevo gobierno que signifique un cambio real si requiere de una oposición organizada, y esto no existe en muchos países árabes por la represión que implementaron las dictaduras. Si se derroca a una dictadura y se produce un vació de poder, este será llenado por los fundamentalistas musulmanes o por las fuerzas armadas. De ser así poco habría cambiado.       

     
    




* Profesor de la UNMSM. Especialista en Economía y Política Asiática

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